El barrio de San Bruno en Xalapa, es una publicación que pongo a su disposición a partir del mes de Septiembre del 2012, con la intención de dar a conocer la riqueza social, cultural e histórica que el barrio de San Bruno brinda no sólo a la Ciudad de Xalapa, sino a todo el estado de Veracruz..
Mención aparte merece la extinta Fábrica de San Bruno, donde se dieron toda una serie de hechos sociales, en los que hoy por hoy constituyen nuestro máximo legado histórico que dieron nuestros obreros textiles; por pocos conocida y ocultada por los intereses trastocados.

viernes, 27 de febrero de 2015

Arranca en Xalapa el Programa de Salud Bucal del DIF.

Esteban de Jesús Aparicio Rentería



El Programa piloto de Salud Bucal del DIF Municipal de Xalapa,  arrancó  este jueves 26 de febrero  en la Escuela Mártires del 28 de Agosto de 1924, en un evento llevado a cabo en la explanada cívica de dicha escuela. Este programa contempló pláticas para los alumnos sobre la técnica del cepillado, dieta anticariogénica, uso de la tableta reveladora, uso del hilo dental y lo importante que es visitar al odontólogo por lo menos cada seis meses.


En dicho evento, el Director de la  escuela agradeció la presencia de los Servicios Asistenciales del DIF Municipal y las gestiones realizadas por la Asociación, en beneficio de más de 500 alumnos del Barrio de San Bruno.



En la puesta en marcha de dicho programa estuvieron presentes, el director de la Escuela, Marcelo Jácome Montano y la Profesora Juana Vásquez Hernández en representación del Profesor Tomás Castellanos Cruz, Supervisor Escolar de la zona 057; el titular de Servicios asistenciales, Jesús Dávila Carreón; la titular de la clínica Periférica, Magaly Vera Miranda y Julio César de Jesús Vásquez, Presidente de la Asociación de Colonos del Barrio de San Bruno A.C.






sábado, 21 de febrero de 2015

Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana, se une al rescate del monumento histórico de la fábrica de San Bruno.

Ignacio Lara Hernández



Dentro de las actividades académicas  de la Facultad  de Arquitectura de la Universidad  Veracruzana de la ciudad de Xalapa,  los alumnos de octavo semestre han decidido participar en el proyecto del rescate histórico de la  “Exfábrica de San Bruno”.

Los futuros arquitectos  de la máxima casa  de estudios  del estado de Veracruz, sostuvieron una reunión de trabajo en sus instalaciones  el pasado 20 de febrero del año en curso  con  la “Asociación de Colonos del Barrio de San Bruno A.C.”, donde los jóvenes estudiantes manifestaron  su inquietud de apoyar los trabajos en el anteproyecto arquitectónico aunado al que ya la propia asociación ha presentado ante el ayuntamiento xalapeño. 



En dicha reunión, los Doctores Luis Vásquez  Honorato  y  Ana María Moreno Ortega, coordinaron el trabajo colegiado, en el que los miembros de la Asociación expusieron la historia  del inmueble que a la fecha el INAH  reconoce como  “Monumento Histórico”. No se duda que la Universidad Veracruzana enriquecerá el proyecto con sus aportaciones, captando las necesidades de los vecinos del barrio y la comunidad xalapeña.  


Por parte de la Asociación , estuvieron la Sra Josefa Montiel Cortés,  el Lic. Julio César de Jesús Vásquez, los  Ing. Ignacio Lara Hernández y Esteban de Jesús Aparicio Rentería,  así como el Sr. Alfonso González de la Cruz, extrabajador de la fábrica de San Bruno y  representante  de los jefes de manzana de la Col. Obrero Campesina; a quienes los jóvenes y maestros agradecieron su asistencia a dicha  reunión de trabajo.

domingo, 8 de febrero de 2015

Los Villa, de la Cultura del Esfuerzo.

Por RODOLFO DÍAZ VILLA

¿Por qué los Villa? En realidad no lo sé, incluso hasta en la escuela y en el trabajo me llaman igual, no me sorprende que sea en el barrio, así conocen a mis padres y a mis hermanos, pero fuera del terruño es increíble. Mi padre y mis tíos no llevan el apellido Villa, pero ay de aquel que dude que sean de los Villa. Pero todos estamos contentos con formar parte del linaje de “LOS VILLA”.


Rodolfo Díaz Villa.

Oriundo del barrio, Francisco Moreno fue testigo de mi nacimiento (la calle claro), aquí transcurrió mi infancia y así seguirá.

No puedo –ni quiero- apartar de mi memoria los trabajos que pasaba para limpiar mi tambor, la satisfacción de limpiarlo hasta que causara envidia, la sensibilidad que había adquirido para estirar parejo el cuero, el cual además de estar debidamente estirado debía tener la flexibilidad necesaria para tocarlo y se oyera bien.



Con cierta condescendencia me apuraba mi padre, “ya ves eso querías, te dije que el tambor era pesado”.

Y sí, en plena juventud, alrededor de 1978, ingresé a la fábrica de San Bruno sobre todo para pertenecer a la banda de guerra, Silverio Díaz Salas, mi padre, era el sargento de esa institución, lo acompañaba yo a la famosa “escoleta” o sea la práctica o entrenamiento o ensayo para sus eventos. Esa era mi inquietud y afortunadamente cumplí mi anhelo porque recién llegado me enlisté ahí.



Tradición obliga. Fue un “seguir la línea” familiar, pero más por gusto, me sentí muy orgulloso de pertenecer a la banda de guerra del sindicato de la fábrica textil de San Bruno y aún lo disfruto. Mi abuelo Miguel Díaz Lima, fue el primer bandero de la familia.


Tuve la fortuna de conocer dentro de la factoría, ya como aprendiz, al maestro Manuel Aparicio, aunque vecino de la casa no era lo mismo ya como instructor y sobre todo de un gran nombre. Debo reconocer, sin embargo, que sólo hubo enseñanza a fondo en tres lugares: batiente (es el primer paso de preparación de hilados, de ahí salía un velo, un rollo de algodón o de poliéster, ya todo limpio), las cardas (el siguiente paso donde se iba purificando el velo citado y salía lo que se conocía como el pabilo) y estiradores (donde se hacían las mesclas de algodón y poliéster), válgase decir que en este recorrido iba saliendo el pabilo ya muy delgado y esos lugares formaban parte de proceso de preparación de hilados.

Decía que tuve la fortuna de aprender bien, con un pequeño “pero”… no se paraba de caminar durante el turno, la maquinaria así lo exigía porque finalizaba el proceso y había que llevar el producto a otra fase, o bien, fallas propias que lo obligaban a uno a parar la máquina para desenredarla porque se atascaba o se rompía el velo, a fin de restablecer el funcionamiento.

Pero hablemos de riesgos: La Vista, el cambio de temperatura de elevada (29 a 32 grados constantes) y salir al ambiente medio que en contraste resultaba frío. El oído, por el ruido tan elevado y constante, sí llegó a producir sordera en varios compañeros. Los alacranes, dentro de las pacas de algodón, sí eran venenosos y no contábamos con antídotos ¡DURANGO PRESENTE! Las serpientes, hubo algunas de hasta un metro de longitud, como la encontrada en los tróciles.

Aquí un recuerdo que cómo me da risa. Estando trabajando en la peinadora, llegó el momento de limpiar que se hacía con un gancho. Al jalar un montón de desperdicio del algodón dejé al descubierto un montoncito multicolor que se movía, efectivamente eran tres pequeños coralillos, la impresión todavía la conservo. Estaban en el piso a un lado de un “registro” en la trayectoria de una tubería ya clausurada, entendiéndose que la mamá entró los dejó y se fue. Aún sigo pensando dónde estaba la mamá.

También fue venturoso que ahí terminé mis estudios de bachiller en la Artículo Tercero; y la licenciatura en derecho de la facultad de la Universidad Veracruzana.

Tesorero primero y Secretario del Exterior después fueron los logros dentro de la vida sindical en San Bruno. Para quienes prestamos nuestros servicios en la textilera siempre fue un gran orgullo pertenecer a alguna comisión o cargo dentro del sindicato, nuevos aires se atisbaban interrumpidos por el cierre definitivo de la factoría.


Desde la telesecundaria San Bruno, alrededor del ’77, con el ejemplo de mi hermano Ernesto Díaz Villa, empecé a practicar el atletismo bajo la batuta del profesor Federico Hernández Arvizu, de grata memoria y múltiples logros. Vaya un sentido recuerdo a su memoria.


1,500 a 800 metros fueron las competencias en que participó mi hermano, en tanto que yo le entré al medio fondo que son carreras de 5 y 10 mil metros. Me cabe el orgullo de haber conseguido un triunfo frente a una de nuestras glorias xalapeñas, el famoso Héctor “El Chicles” Villanueva, en el estadio xalapeño cuando hice un tiempo de 16 minutos en una carrera de 5 mil metros.

¿Conocen el camino Córdoba – Fortín? Son aproximadamente 18 kilómetros y más o menos 54 minutos, que son los que hice corriendo, contra 600 competidores, consiguiendo ni más ni menos que el tercer lugar. Muy buen resultado para ser la penúltima carrera.

También en otro deporte me cabe el orgullo de haber destacado, fui seleccionado por el futbol de la escuela primaria Mártires del 28 de Agosto de 1924, también en la selección de la telesecundaria, en la que por cierto ganamos el torneo regional, integré entonces la selección estatal de ese ramo y competimos a nivel nacional con no muy buenos resultados. Ni qué decir de la preparatoria Artículo 3°, donde fui seleccionado del turno vespertino y les ganamos a los del matutino, entrándole al torneo regional. Para finalizar como seleccionado en la facultad de derecho.


En equipos fui campeón con el Dukla durante tres años consecutivos y dos alternados en la liga de Coatepec; en la primera libre de la Normal Veracruzana con el equipo del barrio; en la USBI con el equipo Proquiver y en segundo lugar jugando con Casa Blanca. Segundo lugar en el campeonato estatal que se celebró en El Higo, con la selección juvenil Xalapa; Auto Fernández, también con él fuimos campeones en la liga de San Bruno, donde también fui campeón con el equipo San Bruno; con el mismo nombre en la Liga Xalapeña de Futbol. También con el equipo Municipio, que entrenaba Chucho Nava, dentro de la Liga Xalapeña; Unidad de Desarrollo, otra liga, fuimos campeones con veteranos frente a casi puro chamaco. Y no podía faltar el equipo del trabajo, de la PGJ, donde en un torneo interior de la Procuraduría General de Justicia, fuimos campeones.















domingo, 1 de febrero de 2015

Archivo histórico de San Bruno en peligro de desaparecer.

Ignacio Lara Hernández.

Cambio de Comité Sindical. Al centro,  el Gobernador del Estado de Veracruz Licenciado Marco Antonio Muñoz. 

Una vez consumada  la venta del último inmueble  propiedad del exsindicato  textilero de San Bruno, automáticamente  desaparece la “Comisión Liquidadora”. Dicha comisión tardó 23 años en vender  todos sus bienes, un poco extraño; pero así fue. El que haya desaparecido dicha Comisión  es lo de menos, eso a nadie le interesa, el problema es que ellos tienen bajo su poder todo el archivo histórico del antiguo “Sindicato Emancipador Revolucionario de San Bruno”; incluyendo la fotografía de los Mártires del 28 de agosto de 1924.  

Al vender  el edificio sindical que se encuentra frente a la Parroquia de San Bruno, acabaron por vender toda la inmensa riqueza  que lograron adquirir  los auténticos sindicalistas del gremio. A los más de 200 socios que sirvieron como cómplices no les importó dejar a San Bruno sin su legado histórico y  cultural, a ellos sólo les importó el dinero; eso que ni duda quepa.

La fotografía del “Círculo Fraternal Obrero “  fundado en 1908 y la Fotografía de los “Mártires del 28 de Agosto de 1924”  corren el grave peligro de perderse para siempre; así como todas las actas de asambleas, poesías, manifiestos y un sin número de documentos originales  que dejaron nuestros queridos obreros. Ahora sólo falta que también los quieran vender;  o que se los repartan  entre ellos como si fueran canicas.

Urge que todos esos valiosísimos documentos sindicales pasen a manos del  Archivo General del Estado de Veracruz , para que ahí se les cuide  y conserve. Y es que esos documentos contienen información  verídica y confiable en cuanto  a la fecha de creación del Sindicato Textilero, así como datos  del periodo comunista del barrio y el asesinato de los Mártires; que en su conjunto constituyen nuestra herencia histórica.

La falta de un recinto cultural  ha retrasado  el rescate de nuestra identidad . A la fecha no tenemos avances en la petición declarada por el cabildo  xalapeño acerca del proceso de donación que promovió  a su favor para el beneficio del barrio y todos los xalapeños. Nadie sabe con precisión la situación legal de la fábrica, y todo debido a la opacidad  con la que han  estado manejando éste asunto. Por lo pronto, las actividades en la fábrica siguen siendo mal encausadas y todo debido a que no van con la naturaleza histórica del inmueble; según lo dijera un investigador del INAH.


Recordemos que en  la extinta fábrica de San Bruno  se dieron  toda una serie de hechos muy importantes, en los que  hoy por hoy constituyen para todos los vecinos del barrio nuestro máximo legado histórico, por pocos conocidos y ocultados por los intereses trastocados.  ¡Rescatemos nuestro Archivo Histórico!



Fotografía proporcionada por el Ing. Esteban de Jesús Aparicio Rentería; vecino y extrabajador de la fábrica textilera  de San Bruno.