El barrio de San Bruno en Xalapa, es una publicación que pongo a su disposición a partir del mes de Septiembre del 2012, con la intención de dar a conocer la riqueza social, cultural e histórica que el barrio de San Bruno brinda no sólo a la Ciudad de Xalapa, sino a todo el estado de Veracruz..
Mención aparte merece la extinta Fábrica de San Bruno, donde se dieron toda una serie de hechos sociales, en los que hoy por hoy constituyen nuestro máximo legado histórico que dieron nuestros obreros textiles; por pocos conocida y ocultada por los intereses trastocados.

domingo, 17 de abril de 2016

El andar de Valentín Campa.

Ignacio Lara Hernández.




El enorme compromiso que  Valentín Campa Salazar siempre tuvo  con el movimiento obrero y el grado de solidaridad con que desempeñó sus funciones ante la embestida de las patronales y el gobierno, quedaron grabadas para siempre en la memoria histórica de la lucha social en nuestro país. Cada miembro del Partido Comunista de México (PCM) salía a desempeñar comisiones a muchas partes del país en las que estaban conscientes de los riesgos que significaban; y no los rehuían. La clandestinidad  y la secrecía con que se manejaban los delegados y partidarios de la Confederación  Sindical Unitaria de México (CSUM), es  digno de admirarse. Hombres auténticos que actuaban con enorme hermetismo y sigilo ante la amenaza de ser descubiertos por los espías del  gobierno.
Esta historia comienza cuando  a mediados de 1930  en una reunión de delegados de varias partes del país, la sindical Unitaria  elige  una delegación al Congreso Internacional Sindical  Roja. El destino era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y su objetivo, estudiar los métodos de lucha de los trabajadores de esa nación. Es precisamente Campa el que narra  en su libro “Mi testimonio” , su andar por aquellas tierras.
“Integramos la delegación el camarada Heliodoro Hernández, dirigente activo de la fábrica textil  de San Bruno en Jalapa; el camarada Tereso González, de la mina El Cubo en Guanajuato; un compañero de apellido Espinoza, obrero agrícola de El Papaloapan, Oaxaca; Antonio Medina, huelguista ferrocarrilero que tenía tiempo de trabajar en la refinería El Águila, y yo”.
Paso a paso, Campa narra cada uno de los incidentes del viaje que llevaron estos cinco obreros desde su salida del Puerto de Veracruz en el barco Río Bravo, su breve estancia en la Habana y los 21 días que pasaron desde su salida hasta Bremen. Allí desembarcaron y enseguida partieron para Hamburgo donde permanecieron por casi 10 días en medio de un ambiente  al que Campa calificó de tenso.
“El ambiente en Hamburgo era sumamente tenso. En el café que frecuentábamos  nos dábamos cuenta de las discusiones tan acaloradas sobre la situación”.
Posteriormente, los cinco camaradas  se trasladaron al puerto alemán de Kiel y en un barco soviético se trasladaron a Leningrado. Al llegar, Valentín campa destaca en sus memorias la sorpresa que causaron al llegar al edificio de la Internacional Sindical Roja.
“Losovski nos recibió, nos hizo preguntas sobre una serie de problemas y nos expresó su simpatía por las luchas que se libraban en América Latina. Le causaba viva impresión y movía su interés el hecho de que todos fuéramos muy jóvenes”.
Pero no sólo los rusos eran los sorprendidos, para los mexicanos resultaba increíble haber visto una procesión religiosa con el sacerdote al frente o ver a un alto mandatario del gobierno formado en una fila para comprar pan. El primero, era un detalle político comunista en relación con la religiones, y el otro; "un claro ejemplo democrático impresionante".
Al final,  Valentín Campa  señala que él regresó a México vía Nueva York y que aprovechó el retorno para visitar a su familia en Ciudad Juárez.
“Después de examinar lo referente al congreso de la Internacional Sindical Roja con los cuadros dirigentes de la CSUM, aprobamos medidas para informar en reuniones amplias acerca del citado congreso. En torno a los problemas más candentes se organizaron asambleas muy concurridas en Puebla y Jalapa”.

Hasta aquí el andar de Valentín Campa y su arriesgada pero entretenida historia de su viaje por el  país de los zares al lado del hombre  que  dirigió al sindicato textilero de San Bruno  en el periodo más aguerrido de su historia ; Heliodoro Hernández Trujillo.