Marcial Heliodoro Hernández Trujillo (1901-1988) |
Gracias a una entrevista sostenida con hijos y familiares de Heliodoro Hernández, es como pudimos recabar algunos datos acerca de este personaje y que a continuación les proporcionamos:
Su nombre completo fue Marcial Heliodoro Hernández Trujillo, nació en Coatepec Veracruz el 3 de Julio de 1901 y siendo aún muy pequeño (12 años), tuvo la mala fortuna de quedar huérfano y quedar únicamente a cargo de su hermana; por tal motivo, su infancia fue muy dura y llena de necesidad. A Heliodoro Hernández, sus hijos lo describen como una persona de rasgos indígenas, alto, moreno y de consistencia física muy fuerte. Un hombre muy tranquilo pero con mucho carácter, al que le encantaba la lectura y las buenas costumbres. Se casó con Paula Cabrera Miranda, con la que procreó 8 hijos.
A ciencia cierta no se sabe exactamente la fecha en que Heliodoro Hernández llega a trabajar a la fábrica de San Bruno, pero se sabe que el día del asesinato de los “Mártires del 28 de Agosto de 1924”, Heliodoro se salva milagrosamente escondiéndose junto a unos tambos de agua en el interior de la fábrica. Ya para el año de 1930, Heliodoro es enviado junto con un grupo de compañeros del Sindicato Emancipador Revolucionario de San Bruno con destino a Rusia; entre ese grupo de compañeros Heliodoro Hernández y Ambrosio Cabrera, quienes fueron enviados con el propósito de estudiar los métodos de lucha de los trabajadores de esa nación.
El libro del sindicato textilero de San Bruno señala que Heliodoro Hernández fue Secretario General del Sindicato en 1930 y por los pocos documentos que se encuentran a la luz pública, sabemos que fue un hombre que luchó en contra de las injusticias laborales que prevalecían por aquellas épocas, como jornadas excesivas de trabajo de 14 y hasta 15 horas diarias , sin derecho a seguro médico ni a vivienda. En aquella época, el gobierno empezaba a entender que a los trabajadores se les debía de controlar por medio de organizaciones políticas llamadas federaciones o confederaciones que agrupaban sindicatos; e iniciar así, el corporativismo político que hasta la fecha sigue dominando.
El gobierno, se dedicó a combatir a los obreros de San Bruno mediante un mecanismo de probada eficacia: dividirlos a través de la afiliación de unos cuantos trabajadores a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM). Mientras tanto, Heliodoro Hernández se dedicó a defender los derechos de sus compañeros; por tal razón, gran parte de su tiempo se la pasaba huyendo en los cerros cerca de la fábrica por temor a ser aprendido y torturado.
Por el documento, ”El asalto a San Bruno” en el que nos describe a un hombre de carne y hueso , con temores y miedos; pero que destaca sus convicciones políticas e ideológicas que lo acompañarían a lo largo de toda su vida. En dicho documento se resaltan los temores de Heliodoro a seguir manifestándose de manera pública por parte de los obreros de San Bruno por las calles de Xalapa (10 de enero de 1932); a las que el gobierno respondía de manera cruel y represiva, proponiendo la no realización de las manifestaciones argumentando que “ no era revolucionario empujar a la gente a que la asesinaran “. De inmediato, el Comité Central del Partido Comunista argumentó que la actitud del camarada Heliodoro Hernández era indigna de quien representó a los textiles revolucionarios de México ante el V Congreso Internacional Sindical Roja en Moscú. Posteriormente, el 17 de enero de 1932 , durante una reunión partidaria en Xalapa, Heliodoro Hernández “reconoció plenamente su error” , aunque quedó advertido que de temblarle la mano nuevamente, le conduciría a su plena liquidación política en las filas del partido. Así pues, a Helidoro no le quedaba de otra más que seguir adelante y comprender que los compromisos adquiridos deberían ser cumplidos aún a costa de la seguridad de sus compañeros y la suya propia.
Para cuando el gobierno, CROM y dueños del capital lograron “acabar” con el movimiento comunista a finales de 1932, muchos líderes obreros fueron enviados a “Las Islas Marías” y a Heliodoro como consecuencia de los ataques personales del que fue objeto, ya pasado algún tiempo; le achacaron la muerte de un obrero de apellido Lendechy, motivo suficiente para ser detenido y encarcelado. Como no le pudieron comprobar nada, Heliodoro es liberado aunque al salir de prisión de inmediato decide cambiar su domicilio a la ciudad de Puebla, alejándose para siempre del sindicato que lo vio nacer como líder y luchador social. Ya instalado en la ciudad de Puebla, Heliodoro fiel a sus convicciones, seguiría trabajando en otras fábricas de la región como “La Colmena”, “San José” etc.; siempre luchando por la emancipación y derechos de la clase obrera. Heliodoro Hernández falleció el 5 de diciembre de 1988 a la edad de 87 años, rodeado del cariño de sus familiares y el recuerdo de mucho de sus compañeros de lucha, que dejó en cada una de las fábricas textiles en las que laboró.
Ignacio, Esteban, Carlos....me tienen con un nudo en la garganta, les reitero mi agradecimiento y reconocimiento por esa enorme labor de dar a conocer la lucha, los ideales y sobre todo la convicción que tuvo mi abuelo Heliodoro! Recuerden que tienen una casa en Puebla para cuando gusten visitarnos...los recibiremos con mucho afecto!
ResponderEliminar¡Gracias !
ResponderEliminar