Marcia Hernández Díaz
Marcial Heliodoro Hernández Trujillo (1901-1988) |
28
de agosto... Fecha que encierra muchísimos sentimientos porque se me viene a la
mente el nombre de HELIODORO HERNÁNDEZ TRUJILLO, mi abuelo, ese hombre con un
caminar seguro, con una mirada fija y siempre mirándote a los ojos, hasta ahora
sigo lamentando su partida porque estoy segura que pude aprender más de su
temple, de sus convicciones, pero también sé que el temple y las convicciones
se traen en la sangre y eso hace sentirme sumamente orgullosa del hombre que
disfruté de niña y del cual conservo gratos recuerdos, como una explicación
breve en un mapa sin olvidar aquel llavero que tenía mi foto y que siempre
traía en su bolsillo del pantalón.
Leer
así se templó el acero o la calle del hijo menor me confirman su enorme
capacidad para llegar a Rusia por convicciones, palabra clave para mucha gente
que con poder se olvida de la gente necesitada. Sus convicciones y su sentido de lucha lo llevaron
a arriesgar su propia vida, también lo llevaron a ocultarse no por miedo pero
si por salvar su vida que se vio amenazada por pertenecer al partido comunista,
mismo que le dejó amigos aguerridos con convicciones tatuadas en la sangre y no en la piel.
Es
triste darse cuenta que hombres como él no se dan en maceta en la actualidad...
….con lágrimas ya en los ojos reitero mi enorme orgullo por ser nieta de
Heliodoro Hernández, un hombre importante que formó parte de la lucha por los
derechos de los obreros y que como muchos otros no deben olvidarse como parte
de la historia que encierra el Barrio de San Bruno.
Es
para mí una obligación y un orgullo dar a conocer la convicción aguerrida que
tuvieron los hombres como mi abuelo que sin buscar ningún interés personal lucharon por una mejor calidad de vida no
sólo para ellos sino para sus semejantes, es grato escuchar cómo personas que
conocieron a mi abuelo digan : fue un hombre muy derecho!!! Así lo recuerdo
erguido con pasos firmes... gracias abuelo Lolo por heredarme ese gusto por la
lectura pero sobre todo por ese apellido que encierra lucha, justicia, tenacidad, valor, lealtad...diría Ernesto el
"Che" Guevara: que culpa tengo
yo de tener la sangre roja y el corazón de izquierda!!! Seguiremos a la espera
de ver el nombre de mi abuelo en una de las calles de mi barrio .. el Barrio de
San Bruno!!!
Marcia Hernández Díaz
22 /Agosto/2014
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