LOOR AL
HIMNO
Por : Vecino del Barrio de San Bruno
Cuando pensaba que en el arcón de los
recuerdos había quedada adormilada la memoria de los Mártires del 28 de Agosto
de 1924, surge como iluminación de arriba el himno en su honor. Ese estribillo
que solíamos ensayar día tras día cual manda
ineludible “Compañeros un himno entonemos a los mártires que veneramos…” Yaaaa.
Aniversario luctuoso. Panteón antiguo en la ciudad de Xalapa Ver. |
Ahora que lo veo escrito salta como conejo de
chistera de mago una frase que creíamos junta, como soldada: “franzoniarenas”.
Cuando en realidad es separada y no tiene nada de graciosa su mención “…que
mandaban Franzoni y Arenas… carnívoras hienas.”
Hasta ahora –injustamente- no conocemos a
quien se alcanzó la genialidad de planear, organizar y ejecutar tal homenaje.
Normalmente se trata de eventos infumables, para los asistentes claro, porque
para quien leía un discurso, para los altos mandos del sindicato y de la
escuela que lleva su nombre, la banda de guerra y demás etcéteras, era su
momento de gloria… hasta desfile había.
Aniversario luctuoso a los Mártires del 28 de Agosto de 1924, en la ciudad de Xalapa Veracruz.( 28-Agos-1972) |
Qué decir de los vanidosos mocosos, cual
émulos de los “Niños Cantores de Morelia”,
o de un José Carreras, Plácido Domingo o Pavarotti, gorgoreábamos con especial
énfasis con ese sentimiento rayano en la santidad, en el éxtasis homeniajero,
un himno en loor a los mártires caídos (perdonando la redundancia).
Aquí vaya un reconocimiento a los maestros
que, cuales graciosas musas, se esmeraban en imbuir en nosotros artes que no
sabíamos éramos dueños, ¡¡¡CANTABAMOS!!! Y vieran qué bonito nos salía. Además,
nuestros mentores nos enseñaron a sobrellevar la pesada carga que representaba
para los otrora pequeños genios, dejar las clases, hacer un paréntesis en ese
inmenso abrevadero de la cultura, del inicio de nuestro éxito en la vida. ¿Ah
cómo olvidar nuestro dogma estudiantil! “Más de seis es vanidad”
También la ingratitud me agobia hacia el
creador o creadores del himno, incluso a su propia letra, pues si no hubiera
sido por la memoria prodigiosa de la señora Noemí Torres Cortés (así sin h), el
polvo del olvido hubiera hecho mella irreversible.
¿De quién fue la idea de crear un himno?
¿Quién lo compuso, o quiénes?
Se imaginan ustedes a un campirano, a un
obrero, a un pueblerino músico, sin más estudios que los elementales, sí de
esos como usted o como yo, quienes estaban más preocupados por acercar casa y sustento
para sus familias; retomo, imagíneselos sintiendo en el pecho henchido
(¿hinchado?) por la flama a la par que justiciera ardiendo por el deseo supremo
de homenajear a quienes dieron un lugar especial a este Barrio de San Bruno.
Extrabajadores de la Fábrica de San Bruno. |
¿Pero quiénes fueron? ¿Cómo le harían para ingeniárselas y
mencionar todos los nombres de los desaparecidos? ¿De dónde les surgió la inspiración para
decir no se olviden de los malnacidos que les dieron muerte? ¿Cuándo pudieron
separar el sentimiento de coraje con el de cariño, de dolor? Ahí nos queda de
tarea.
Tal pareciera que escribo con sorna sobre
este acontecimiento. Sí hay expresiones jocosas, pero no veo como al pasado
haya que verlo persignándose antes o con un velo de misterio y de tristeza, ya
quisiéramos que una calle llevara nuestro nombre. Hasta este momento puedo
hablar de tres generaciones: la que sintió en carne propia esta afrenta, la que
los homenajeó y a los que se olvidaron de esta tradición unificadora de un
objetivo único: ¡¡¡EL BARRIO, NUESTRA
CASA!!!
Amén.
Fotografías proporcionadas para este blog por el Lic. Miguel Ángel Guevara Huerta, ex dirigente sindical de la Fábrica de San Bruno.
Fotografías proporcionadas para este blog por el Lic. Miguel Ángel Guevara Huerta, ex dirigente sindical de la Fábrica de San Bruno.
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