El barrio de San Bruno en Xalapa, es una publicación que pongo a su disposición a partir del mes de Septiembre del 2012, con la intención de dar a conocer la riqueza social, cultural e histórica que el barrio de San Bruno brinda no sólo a la Ciudad de Xalapa, sino a todo el estado de Veracruz..
Mención aparte merece la extinta Fábrica de San Bruno, donde se dieron toda una serie de hechos sociales, en los que hoy por hoy constituyen nuestro máximo legado histórico que dieron nuestros obreros textiles; por pocos conocida y ocultada por los intereses trastocados.
Mención aparte merece la extinta Fábrica de San Bruno, donde se dieron toda una serie de hechos sociales, en los que hoy por hoy constituyen nuestro máximo legado histórico que dieron nuestros obreros textiles; por pocos conocida y ocultada por los intereses trastocados.
sábado, 29 de marzo de 2014
Universidad Veracruzana : Apoya Proyecto Museo de Barrio.
miércoles, 26 de marzo de 2014
LO QUE NO SABIAS DE HELIODORO
Inocencio Castañares
Heliodoro Hernández Trujillo (1901-1988) |
Te has de acordar Esteban, a
ti que te gusta escribir sobre San Bruno. No creas que la foto que está en el
blog representa riqueza nomás porque está de traje, nooooo! Él fue un tipo
austero, no por vocación sino por necesidad. Si hubiera tenido dinero quién sabe qué tanto hubiera hecho.
Él fue un hombre de una sola
pieza, incluso regresando de Puebla de visita a San Bruno, acudió a la casa de
un amigo (omitimos el nombre para no manchar su nombre y el de su familia), con
quien en un momento de la charla surgieron los reproches mutuos, lo que
finiquitó una frase lapidaria de Heliodoro “pero tú sí fuiste chaquetero, yo
no”. Con eso acabó la discusión y tomó el sendero amable que conduce a una
amistad a toda prueba.
Figúrate Aparicio si no era
hombre de ideas firmes, hasta obcecado podríamos decir. Cuando fallece su
esposa, al momento de expirar, le dice clarito “Hasta nunca Paula”, pero no
frunzas el ceño que lo anterior fue producto de que no era una persona de
creencias, sino de convicciones. ¡¡¡ERA ATEO!!!
No sabemos por qué, pero sí
te puedo asegurar que hubo una asociación clara para distinguirse en el
comunismo. Ya sabes que en el comunismo es reiterada la frase “la religión es
el opio del pueblo” y vox populi lo toman como una negación a la religión,
oposición frontal, que como sabes es incierto, la transcripción de Marx y Engels
en el manifiesto comunista es más profunda, más sustancial: sí alejamiento a la
religión si su criterio así se los manda por una profunda transformación cultural,
que no se hagan güeyes.
No es que buscara ser héroe,
simplemente vivió su circunstancia con la tozudez de un hombre íntegro. Sólo
confiaba en lo tangible, en lo visible, en lo palpable.
Si no te creas que se las
vio fácil, o que le llevaron el cargo sindical hasta su casa, hasta llegamos a
saber que en una época anduvo a salto de mata, escondiéndose por los cerros
como cualquier forajido.Qué paradoja, por los
lugares que fueron la última morada de los Mártires del 28 de agosto de 1924.
Ernesto Pacheco, Casimiro Melgarejo,
Heliodoro Hernández, formaron un triunvirato aportando cada uno sus
características personales, encajando perfectamente sus impulsos en el periodo
comunista de la fábrica de San Bruno.
jueves, 20 de marzo de 2014
HACIA UNA HISTORIA DE LAS RELIGIONES EN SAN BRUNO
HACIA UNA HISTORIA DE LAS RELIGIONES EN SAN BRUNO
Relator: APOLONIO
TORRES SÁNCHEZ
En algún lugar de San Bruno, el 15 de marzo de 2014
Oriundo del estado de Puebla, me
traslado a este barrio en 1942, a la edad de 35 años, pues nací el 9 de febrero
de 1917. Vine junto con mi familia encabezada por mi esposa Raquel Cortés
Lomelí, a la fecha ya finada.
La razón de mi traslado fue el
trabajo, debido a que en el pueblo se empleaba uno en el campo con un bajo
salario; cuñado de Crisóforo Cortés Lomelí, líder sindical de la fábrica de San
Bruno, encuentro acomodo en este centro de trabajo como albañil, tareas no
sustanciales pero necesarias para reparar daños o evitar males mayores, en la
que conocemos como “la fábrica vieja”.
En ese tiempo se puede decir que
no había problema para entrar a trabajar, no importaba la edad, tampoco el
grado de instrucción, sólo ganas. Y esas fueron precisamente las que me
impulsaron para pedir permiso para aprender en las máquinas, eran los días en
que no entraba uno a aprender en un lugar en específico, sino que aprendía uno
donde hubiera necesidad de manos y brazos.
Por fin llegó la oportunidad de
ocupar una planta, es decir ya era un obrero hecho y derecho, ¿el lugar? Era lo
de menos, sabíamos de todo. Y así fue como entré al área de Acabado en el
tórculo de agua. Ahí era donde se hervía la ropa (les gustan 14 mil metros de
tela para hervirla con vapor), además pasaban por los rodillos que la exprimían
hasta dejarla casi lista.
La mecánica dentro de nuestra
trinchera textil, era cubriendo cada turno dos fabricantes, uno directamente a
la máquina y otro preparando todos los materiales, como el jabón y otros
menjurjes. Por cierto, un trabajador mismo de la factoría, Jesús Gris, era
quien preparaba y le vendía el jabón a la empresa, eran unos llamados tambores
así de grandes.
Cumplí mi tiempo y me jubilé,
dedicándome ya de lleno a la religión siendo en 1984 cuando alcanzo la
distinción de ser Pastor de la Iglesia del Nazareno, dentro de las dos grandes
divisiones de la época moderna ocupo ese grado en el protestantismo.
¿Cuál es la razón de haber
iniciado el relato como obrero de la fábrica? Bueno, en primer lugar demostrar
la querencia al terruño; segundo, establecer que mi única riqueza fue seguir al
Señor.
Cité a don Jesús Gris por haber
sido quien me impulsaba a leer la sagrada escritura. Llegué siendo católico, un
tanto irredento por cosas sucedidas en la iglesia no de mi agrado; es decir, sí
era, pero no era.
¡Y ASÍ COMPRÉ MI PRIMERA
SAGRADA BIBLIA!
…Y fue en la iglesia
Presbiteriana, denominada El Divino Salvador, ubicada en la avenida Revolución
de Xalapa.
Debo reconocer, sin embargo, mi
falta de respeto a la palabra de Dios, pues leía el texto cristiano saboreando
un exquisito cigarro. ¡Eeeh, qué tal! Lo acepto, como cualquier pecador.
Por aquellos días, según
recuerdo, no había templos protestantes en nuestro barrio, había uno más pero en
la calle Julio Rebolledo de Xalapa, de los metodistas que todavía está. Sin faltar
la actual parroquia católica dedicada a San Bruno, creo erigida en 1950.
Pero sobre todo lo dicho es
importante destacar, como lo enseña la Santa Biblia, hay un solo Dios, por
tanto hay una sola religión con su letal inyección de valores por vía
consentida. Las divisiones son de los hombres, recordemos que el protestantismo
no buscó crear otra religión, sino volver a los orígenes que según estimaban
los protestantes habían olvidado los católicos.
Desde que tengo memoria no he
sabido de algún enfrentamiento por motivos religiosos en el Barrio de San
Bruno. No sé a qué se deba, si sea a una falta de fanatismo o bien a que su
raíz se pierde en el tiempo, pues en el ’42 cuando llegué ya coexistían las
profesiones de fe anotadas. No se puede decir que no haya dedicación, baste ver
la nutrida asistencia en fechas santas.
Sí he observado diferencias de
grado, por un lado el catolicismo venera imágenes y nosotros nos pegamos a los
mandamientos donde señala que no debemos hacerlo. Tampoco se adoran santos ya
finados, porque Dios es dios de vivos.
Esa crítica que se le hace a los
católicos que sólo van a la iglesia a ver a las muchachas, es totalmente
insustancial, ya superada, es de risa.
domingo, 16 de marzo de 2014
Martín Torres Padilla
Ignacio Lara Hernández
Martín Torres nació en Orizaba el 11 de noviembre de 1895. Desde los 7
años ya trabajaba en la fábrica textilera de Cerritos, allá en Orizaba.
También, muy joven, empieza sus actividades en el sindicato del ramo, aunque es
hasta después de la revolución cuando se hace líder; siempre a la sombra de la
CROM.
Fue presidente municipal de la ciudad de Orizaba en dos ocasiones en 1922 y en 1933, asimismo fue en igual número diputado federal y local, secretario general del Comité Nacional de la CROM y la coalición nacional textil. Su mayor contribución a la lucha obrera estuvo en haber integrado una Comisión Mixta que logró en 1946 el primer Contrato Colectivo de Trabajo en la historia de México para la industria textil.
Cuando Martín Torres y su primo Eulalio Martínez (Secretario General de la CROM) vinieron a San Bruno en 1920, nunca se imaginaron el duro "batazo" con que serían recibidos. Venían a alertar a los de San Bruno de los primeros "elementos rojos" (comunistas) y jamás se imaginaron que serían seriamente criticados. Y es que no contaban con que Vicente Castañeda (Secretario General del Sindicato de San Bruno) refutó toda la exposición que vinieron a decirles. Al final, la intervención del camarada Castañeda -provocó una fuerte polémica entre ambas partes-, indica el libro del sindicato textilero de San Bruno; que sería recordada por los obreros por muchas décadas después. La lucha social en San Bruno ya empezaba a teñirse de color rojo.
Fue presidente municipal de la ciudad de Orizaba en dos ocasiones en 1922 y en 1933, asimismo fue en igual número diputado federal y local, secretario general del Comité Nacional de la CROM y la coalición nacional textil. Su mayor contribución a la lucha obrera estuvo en haber integrado una Comisión Mixta que logró en 1946 el primer Contrato Colectivo de Trabajo en la historia de México para la industria textil.
Al hablar del Sr. Martín Torres en San Bruno,
tendríamos que indicar primeramente de qué época estamos
hablando. Si pudiéramos regresar el tiempo y preguntarle al Sr. Casimiro
Melgarejo o al incansable Heliodoro Hernández ; líderes del sindicato de San
Bruno en la década de los 20´s y 30´s (pleno periodo comunista), tal vez no se
expresarían muy bien del Sr. Torres.
En aquella época, y como ya lo he manifestado en otras ocasiones,
el gobierno post-revolucionario empezaba a comprender que a los
trabajadores se les debía de controlar por medio de organizaciones políticas
llamadas federaciones o confederaciones que agrupaban sindicatos; e iniciar
así, el corporativismo político que hasta la fecha sigue dominando.
Cuando Martín Torres y su primo Eulalio Martínez (Secretario General de la CROM) vinieron a San Bruno en 1920, nunca se imaginaron el duro "batazo" con que serían recibidos. Venían a alertar a los de San Bruno de los primeros "elementos rojos" (comunistas) y jamás se imaginaron que serían seriamente criticados. Y es que no contaban con que Vicente Castañeda (Secretario General del Sindicato de San Bruno) refutó toda la exposición que vinieron a decirles. Al final, la intervención del camarada Castañeda -provocó una fuerte polémica entre ambas partes-, indica el libro del sindicato textilero de San Bruno; que sería recordada por los obreros por muchas décadas después. La lucha social en San Bruno ya empezaba a teñirse de color rojo.
El libro del Sindicato textilero de San Bruno señala que en 1950 (un año
después de la muerte de Martín Torres) hace suya la iniciativa de “todos
los trabajadores" textileros, para erigir un monumento a su memoria,
en Río Blanco, Veracruz; y para tal efecto, solicitaron al Gobernador
Ángel Carvajal su intervención. Un año después (1951), colocan la
primera piedra de dicho monumento allá en Río Blanco, lugar al que Crisóforo
Cortés no podía faltar, pues él era el Secretario General del
Sindicato de San Bruno.
Ya para terminar, quisiera mencionar que hace unos días me
encontré con la sorpresa de una supuesta fotografía de Martín Torres Padilla en
el conocido grupo de Facebook “Xalapa Antiguo” que administra el arquitecto
Jorge Díaz; en la que se dice que dicha imagen fue tomada en
el interior de un domicilio de la Col Obrero-Campesina. La fotografía en
mención, es un busto de Martín Torres que probablemente estuvo colocado a
un costado del jardín de niños que lleva su nombre en la Colonia
Obrero-Campesina, en las esquinas que forman las calles Crisóforo Cortés y
Santiago Bonilla; aunque no se dice con precisión donde exactamente se
encontraba. Ojalá y algún vecino curioso del barrio nos pueda
aclarar un poco más este asunto y podamos encontrar más indicios
acerca de éste tema.
Con el paso del tiempo, la colonia Obrero-Campesina aquí en Xalapa
empezó a formarse a raíz de la segunda ampliación del ejido Molino de San
Roque. El 7 de Octubre de 1956, el sindicato textilero de San Bruno hizo la
solicitud al Departamento Agrario y Colonización, para la segunda ampliación en
la zona urbana del ejido Molino de San Roque, para dotar a cada trabajador de
la organización de un solar urbano, en donde pudiera construir su casa
habitación. Surge entonces la necesidad de nombrar las calles de esa colonia.
Ya para entonces, los líderes del sindicato textilero de San Bruno
estaban totalmente alineados con el gobierno, Martín Torres había muerto (1949)
y el "sindicato rebelde" también (1932). El oficialismo fomentó el
corporativismo y en consecuencia una docilidad rayana en lo
cortesano ; se dieron a la búsqueda de nombres para las calles, y Martín
Torres fue uno de ellos. Como puede verse, a Martín Torres unos obreros lo
trataron con la punta del pie y otros se encargaron de enaltecer su nombre;
todos del mismo sindicato, pero en diferentes épocas.
Martín Torres Padilla al centro de brazos cruzados.El quinto a su derecha se encuentra Manuel Aparicio Castillo, representando al Sindicato de San Bruno en la ciudad de México. |
La calle Martín Torres se encuentra ubicada en la Colonia
Obrero-Campesina de la ciudad de Xalapa, Veracruz. La calle inicia en la Av. 1°
de Mayo y termina en la calle Crisóforo Cortés.
Referencia Tomada del Libro :
Datos Históricos de Nuestro Sindicato Emancipador Revolucionario de San Bruno.
Este libro se realizó en los talleres de la Editora del Gobierno del Estado de Veracruz
Junio de 1989
pag. 16, 17, 31 y 32.
Referencia Tomada del Libro :
Datos Históricos de Nuestro Sindicato Emancipador Revolucionario de San Bruno.
Este libro se realizó en los talleres de la Editora del Gobierno del Estado de Veracruz
Junio de 1989
pag. 16, 17, 31 y 32.
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