EL ASALTO A SAN BRUNO
CUADERNOS DE EDUCACIÓN SINDICAL # 7
Cuadernos de Educación y Cultura del STUNAM
Secretario General: Evaristo Pérez Arreola
Secretario de Educación y Cultura: Armando Solares Bazaldua
Elaboración de Folletos: Alberto Pulido A., Agustín Castillo L., Rito Terán O., Raciel Trejo, Miguel S. Mayén, René Rivas O.
Introducción elaborada por: Ma. del Consuelo Hernández Espejo
Recopilación de material: Alberto Pulido A.
Mecanografía: Graciela Barron
Diseño y formato: Agustín Castillo L., Antonio
Altamira y Alberto Pulido A.
Secretario General: Evaristo Pérez Arreola
Secretario de Educación y Cultura: Armando Solares Bazaldua
Elaboración de Folletos: Alberto Pulido A., Agustín Castillo L., Rito Terán O., Raciel Trejo, Miguel S. Mayén, René Rivas O.
Introducción elaborada por: Ma. del Consuelo Hernández Espejo
Recopilación de material: Alberto Pulido A.
Mecanografía: Graciela Barron
Diseño y formato: Agustín Castillo L., Antonio
Altamira y Alberto Pulido A.
PRESENTACIÓN
Los
movimientos de masas que se han realizado a nivel regional, local, e inclusive
aquellos circunscritos a determinadas fábricas, se les ha dejado a un lado como
trastos viejos, o si bien les va se les minimiza. Estas acciones de los
trabajadores han tenido como común denominador, la omisión. Rescatémoslas como
eslabones en la intrincada trayectoria del batallar de los trabajadores por
conquistar cada vez mejores organizaciones que respondan a la consecución de
logros económicos, sociales y políticos, en sus justas reivindicaciones que
demandan.
Tales
movimientos que no han sido referidos como historia de los asalariados del
país, es el de los obreros textiles de la fábrica de San Bruno, en Xalapa, en
el Estado de Veracruz, que se desarrolló a principios de la década de los años
30.
Este
movimiento resalta por su carácter, pues si bien fue por la conquista de una
organización sindical democrática y prestaciones y condiciones de trabajo, no
sólo fue de tipo laboral. Así como, por sus repercusiones que tuvo a nivel
regional y por sus implicaciones que manifestaron de distintas naturalezas,
tales como el nefasto papel desempeñado por organizaciones obreras (en este
caso la CROM de ese entonces), que se coluden con las autoridades en este
conflicto con el gobernador y con las autoridades patronales, para luchar
contra las organizaciones representativas de los trabajadores.
Mención
especial requieren estas acciones obreras, de este periodo y específicamente la
de esta fábrica textil, en su lucha tan corta, y a la vez tan rica en
experiencia, por las repercusiones que se obtuvieron hacia sectores de
trabajadores de larga militancia en la región, es así como se ven
manifestaciones de solidaridad de ferrocarriles, panaderos, maestros y de otras
fábricas textiles.
Asimismo,
es menester mencionar el alto grado de unidad y cohesión que se da por los
obreros de esta fabrica, a través de Sll sindicato "rojo" que estaba
fuertemente influenciado por la CSUM (Confederación Sindical Unitaria de
México), central sindical dirigida por el Partido Comunista de México, ante los
reajustes y despidos que, como consecuencia de la crisis mundial de los años
29, se daban; y la cohesión demostrada por los trabajadores ante las embestidas
patronales v la represión de que era objeto.
Aunque
derrotada, esta lucha, es parte de la experiencia obrera y como tal quedará en
los anales de la memoria histórica de la clase obrera mexicana.
La
memoria de esta batalla de los trabajadores textiles, que presentamos, tiene
como objetivo, para que de alguna manera pudiera elevar la conciencia y
convicción de clase, a fin de despertar el interés en el estudio y conocimiento
de los trabajadores universitarios, en las acciones presentes y pasadas de
todos los trabajadores.
MA. DEL CONSUELO HERNÁNDEZ ESPEJO
EL ASALTO A SAN BRUNO
Por: Alberto Pulido Aranda
A lo largo de la Historia del Movimiento Obrero
Mexicano, se consignan entre sus páginas importantes luchas proletarias, que en
un momento determinado hicieron retumbar la conciencia de una buena cantidad de
mexicanos. Entre estas epopeyas, caben destacar las más estudiadas por
profesionales de las ciencias sociales o directamente por los actores y
protagonistas en las mismas, como las históricas huelgas de Río Blanco y
Cananea, las petroleras, las desarrolladas por los mineros de Cloete y Nueva
Rosita, las de los maestros y ferrocarrileros de los últimos años de la década
de los cincuenta, y que decir de las realizadas en la época actual, impulsadas
por los electricistas democráticos, universitarios, maestros de la SEP y
Nucleares.
Pero también la historia debe registrar con detalle
otras luchas obreras poco estudiadas, no menos importantes y heroicas un
ejemplo de estas lo fue sin duda la dada por los textileros de la Fábrica de
San Bruno (1930-1933) en Jalapa, Ver. Jornadas como estas, son esenciales para
entender y comprender un momento determinado de la lucha de clases en México.
El espacio en el cual se desarrolló esta acción,
fue el combate a muerte que dieron los moronistas de la CROM y los comunistas
agrupados en la Confederación Sindical de México (CSUM), por el control del
movimiento obrero en Veracruz. Un ejemplo de lo anterior lo tenemos en San
Bruno, una fábrica textil propiedad de Zaldo Hnos., cuyo sindicato cromista por
tradición, fue conquistado en 1930 por los comunistas y transformado en
organización de combate y ariete impulsor de la lucha de clases en todo el
Estado y en particular en la zona fabril de Jalapa.
Al perder los cromianos el poder en San Bruno, de
inmediato idearon una táctica teñida de violencia, con el fin de recuperar el
control del Sindicato Rojo. Los aliados en esta intentona, como siempre lo
fueron el Gobierno de! Estado encabezado por Adalberto Tejeda y los líderes
campesinos oficializados. Por el otro lado organizaban la resistencia, el
Partido Comunista de México y su local en Jalapa, influenciando a gremios de
maestros y panaderos.
La embestida moronista se inicia en noviembre de
1930, cuando los obreros de San Bruno expulsaron a varios traidores,
ex-dirigentes de la CROM quienes controlaron en otros tiempos al sindicato
textil. A este acto soberano, el Gobierno responde con el patrullaje militar
por las calles de Jalapa, con la persecución y detención de varios obreros y
activistas del Partido. Varios de ellos son enviados a las Islas Marías en
calidad de deportados.
Los rojos temían una acción sangrienta en su
contra, similar a la ocurrida el 29 de junio de 1930, en la ciudad, de
Matamoros, Coah., cuando fueron asesinados a mansalva 20 obreros comunistas que
participaban en una manifestación, en donde exigían la libertad para varios
mineros que habían sido deportados a las Islas Marías. Para evitar una acción
parecida los textileros de San Bruno se organizaron y cerraron filas.
En marzo de 1931 fue detenido por la policía el
obrero y dirigente de la Federación Sindical Unitaria, Ernesto Pacheco,
responsabilizándolo por el estallido de un petardo sobre la fachada de la
Catedral de Jalapa. Días más tarde fueron encarcelados otros activistas sindicales.
Por tal motivo se organizó una manifestación para exigir el cese a la represión
y la libertad a los detenidos. Numerosa fue la asistencia, en especial se
sintió la presencia de un buen número de obreras textiles y esposas de obreros
de San Bruno, mujeres que ya se habían agrupado en el Centro Femenil "Rosa
de Luxemburgo", para actuar organizadas.
Las columnas de manifestantes fueron atacadas y
baleadas por la policía. La sangre proletaria inundó las calles de Jalapa. El
periódico El Machete realizó el recuento de víctimas: "Este es el
resultado del criminal ataque de la policía a la manifestación realizada por la
Juventud Comunista el día 18: Enrique Vázquez, obrero textil, muerto de dos
balazos, uno en la frente y otro en el corazón; Julio Zaragoza, muerto de un
balazo en el estómago; Alfonso Mata, ferrocarrilero huelguista, herido con bala
de máuser en el antebrazo izquierdo: Eusebio Pérez, textil, con las dos piernas
atravesadas por un balazo. Su estado es de gravedad; Cleofas Mendoza, textil
herido en el antebrazo derecho y en la pierna izquierda; Emilia Hernández, del
Centro Femenil "Rosa Luxemburgo", herida en el brazo izquierdo;
Aurelio Rodríguez, colono, gravemente herido en el pulmón izquierdo..."
Los obreros de San Bruno decidieron pese al
ambiente represivo llevar adelante un cortejo fúnebre. que recorriera las
calles de Jalapa, organizándose de tal manera para que la mitad se quedara
custodiando las instalaciones de la fábrica, y así evitar que fueran tomadas
sorpresivamente por los cromistas y la otra mitad asistiera a dar el último
adiós a los compañeros caídos. El gobierno les permitió celebrar esta
actividad, con una única condición, "que aquel que gritase, al otro día
sería enterrado también".
A pesar de estos actos represivos, los rojos de San
Bruno se mantuvieron en pié de lucha. Así lo demostraron el 10 de mayo de 1931,
al poder reunir a más de 1800 personas en la marcha independiente por el Día
del Trabajo. Esta manifestación partió de la Estación y finalizó con un mitin frente
al Palacio de Gobierno, en donde seis oradores recordaron a los asesinados y
gritaron consignas en contra del pago de la deuda externa y contra la Ley
Federal del Trabajo, a la que calificaron de fachista.
De manera paralela se desarrolló otra marcha de la
CROM. En ella los dirigentes moronistas exigieron al gobierno de Tejeda
"el retiro de su apoyo a los comunistas" y de no ser así amenazaban
con una huelga general. A esto los textiles de San Bruno respondieron: "En
realidad se trata de una maniobra de acuerdo con el mismo Tejeda, para
justificar un asalto policíaco-laborista a la fábrica textil de San Bruno,
controlada por los obreros revolucionarios".
El día 14 de junio, el Sindicato Revolucionario de
San Bruno, recibió un oficio firmado por el Gobernador Tejeda, en el cual se le
comunicaba "que si este no aceptaba en su seno a los elementos laboristas
que fueron expulsados por la misma organización, se tomarían medidas
enérgicas". El sindicato contestó de inmediato con las siguientes palabras:
"Sostenemos el acuerdo anterior, en el sentido
de que los expulsados que quisieran que se reconsiderara su caso, debían
dirigirse individualmente al sindicato".
El gobierno respondió con el despliegue policíaco.
Por todas las veredas y caminos que llegaban a la fábrica se apostaron cientos
de agentes armados con rifles, los cuales abrieron paso a un grueso número de
campesinos empistolados y con garrotes que conducían a los expulsados de San
Bruno. Entre la comitiva se encontraban el General Kelly y Juan García,
dirigente este último de la Cámara del Trabajo cromista. Al acercarse a la
puerta de la factoría se encontraron con fuertes columnas que impedían el paso
de los intrusos. Por un momento estuvo a punto de desatarse la violencia. Ante
tal situación, un representante del gobierno pidió dialogar con los dirigentes
del sindicato revolucionario. Esta petición fue aceptada, entablándose las
pláticas. Como producto de estas las autoridades tuvieron "que aceptar el
acuerdo tomado por el sindicato de San Bruno desde un principio: que los
liderzuelos laboristas, aliados al capital y asesinos de trabajadores (como los
Cerón, Sedeño y compañía) no entrara ni uno, pero los obreros que fueron
arrastrados por ellos a salir de la fábrica podían regresar al trabajo, siempre
y cuando lo solicitaran de manera individual", Ya entrada la noche, en las
afueras de la fábrica todavía permanecían grupos de campesinos acarreados, y
varias integrantes del "Rosa Luxemburgo" se les acercaron y pacientemente
les explicaron las posiciones de los textileros revolucionarios. Después de
esto los agraristas manifestaron haber sido embaucados por sus dirigentes, ya
que desde un principio desconocieron los motivos de su traslado a San Bruno. Al
darse cuenta de que habían sido engañados después de confraternizar con varios
obreros, decidieron retirarse del lugar.
Los intentos de la CROM por amedrentar a los
obreros rojos de San Bruno no cesaron. El 9 de agosto, un grupo de pistoleros
asaltó varias viviendas de obreros textiles. A final de cuentas los moradores
lograron repeler la agresión. Al día siguiente cuando el personal de San Bruno
se dirigía a laborar, de nueva cuenta fueron interceptados por grupos armados,
los cuales golpearon y detuvieron a 17 obreros, varios de ellos resultaron con
serias heridas.
Como producto de la crisis económica de aquella
época, los reajustes de personal se dejaron sentir en varias ramas de la
economía de nuestro país. Particularmente este fenómeno golpeó de manera
directa a las fábricas textiles. En enero de 1932 la CROM había pactado con el
gobierno de Tejeda una serie de recortes de personal en varias textileras del
Estado y principalmente en el cinturón fabril de Orizaba. Los dirigentes
sindicales de San Bruno de inmediato protestaron y se negaron a aceptar la
imposición de convenios que vinieran del moronismo. El Machete, en sus páginas
recalcó lo anterior: "y gracias a la resistencia presentada, la fábrica
textil de San Bruno es la única en Veracruz y en todo el país donde no se ha
aceptado ningún reajuste".
Ante esta situación el PC ideó una jornada nacional
en contra de los reajustes y por las reivindicaciones de "los sin
trabajo", proponiendo una movilización de masas para el 10 de enero, fecha
en la cual también se conmemoraba el asesinato de Julio Antonio Mella. Esta
idea se llevó de inmediato a la Discusión en el seno de la Célula comunista de
San Bruno. Después de una análisis de la ambientación represiva que se sentía
en Jalapa, Heliodoro Hernández, dirigente sindical de San Bruno propuso la no
realización de la manifestación, argumentando que "no era revolucionario
empujar a la gente a que lo asesinaran".
De manera directa el Comité Central del Partido,
contestó a Heliodoro con las siguientes palabras: "El argumento
oportunista de que es imposible hacer manifestaciones, dado que el gobierno
siempre se opondrá, y de que tampoco es posible hacer huelgas debido a la
crisis y a la Dicha existencia de telas, lleva a la conclusión social fachista
de que no se puede hacer nada contra los intentos de la burguesía... La actitud
de Heliodoro Hernández es indigna de quien representó a los textiles
revolucionarios de México ante el V Congreso de la Internacional Sindical Roja
en Moscú".
El 17 de enero, durante una reunión partidaria en
Jalapa, Heliodoro Hernández "reconoció plenamente su error y la línea
derechista adoptada con motivo de la manifestación del día 10 de enero.
disuelta por la policía de Jalapa... El camarada Herández queda, pues, como
miembro del Partido, advertido muy seriamente de que otro error como el del día
10 de enero lo conducirá a su plena liquidación política en nuestras
filas". El entrecomillado fue una declaración que hiciera el PC,
indiscutiblemente de manera autoritaria y con tintes stalinistas. Llamando a la
disciplina y al acatamiento sin discusión a las órdenes de aparato, sin el
menor respeto hacia las organizaciones de masas.
Después de este incidente, la patronal de San Bruno
de manera sorpresiva canceló el servicio médico y los pagos por concepto de
medicinas y de sueldos extras. Exigiendo la reparación de todo esto, el
Sindicato revolucionario decidió el estallido de una huelga de 48 horas, al
término de la cual los empresarios cedieron y reiniciaron el pago de estas
prestaciones. Los obreros festejaron el triunfo y se declararon dispuestos a
seguir adelante en la defensa de su sindicato.
Sin duda esta huelga triunfante fue un duro golpe
hacia los directivos de la empresa y contra las intentonas de la CROM, de
apoderarse de la organización sindical. Como respuesta a esto, el día 19de
agosto, al llegar a su fin la jornada de trabajo, se presentó de manera
inesperada el jefe de la Guarnición de Jalapa con una escolta militar bien
armada. Dirigiéndose a todos los obreros que salían de sus labores, les leyó un
oficio en donde se manifestaba: la deposición inmediata del Comité de Fábrica
liderado por la CSUM y en contrapartida se imponía Un nuevo comité encabezado
por Roberto Celis, adulador de la CROM y fiel sirviente de la empresa.
Los textileros de San Bruno, lejos de amedrentarse,
se negaron a obedecer esta impositiva orden. Al darse cuenta de la posición
manifestada por los trabajadores, los militares con lujo de violencia
detuvieron a los miembros del Comité de Fábrica, entre los que se encontraban
Ruperto Tellez y Ambrosio González, este último, presidente del comité.
"Al día siguiente de nueva cuenta se
presentaron los militares a la fábrica, con el fin de recolectar firmas de
apoyo a Célis y en contra de la CSUM. La respuesta a esta intentona fue el
repudio general. Solamente se lograron obtener 5 firmas.
Al ver que la masa obrera no cedia, se hecho mano
una vez más de la fuerza. El 25 de agosto un grupo de pistoleros asalta las
instalaciones de San Bruno, golpeando a varios grupos de obreros y expulsando
del trabajo a más de 80, todos ellos simpatizantes de la CSUM. Esta acción fue
calificada por el gobierno como una lucha intergremial. y para tal efecto las
instalaciones fabriles fueron tomadas por la milicia, la cual decidió quien
podía o no entrar a laborar.
Los militares se hicieron acompañar de varios
perros de oreja, quienes se encargaban de denunciar a los comunistas y sus
simpatizantes.
A pesar de la existencia de un evidente estado de
sitio, gran cantidad de obreros continuaban resistiendo. El reparto clandestino
de volantes; se intensificó. A los delatores se les dificultó encontrar y
descubrir a los autores de las misivas. Para amedrentar a estos últimos reforzó
aún más la presencia militar.
De manera paralela a todo esto, un grupo de gente
armada encabezada por Roberto Célis comenzó a asaltar viviendas de obreros
sospechosos en colaborar con los comunistas, y de esa forma poder descubrir el
sitio en donde se encontraba el mimeógrafo que reproducía las órdenes de combate
de! comité clandestino de fábrica. En uno de estos asaltos fueron detenidos
durante una reunión de célula, 4 obreros textiles y un menor de edad.
Cuando la CROM y el gobierno lograron imponer la
"legalidad" en la fábrica, de inmediato impusieron al Sindicato
Acción Social de San Bruno, dirigido por Roberto Célis y un grupo de traidores.
Como paso siguiente la patronal dispuso llevar adelante un descuento salarial
del 10 al 35 por ciento, el despido de cientos de obreros, el estricto
cumplimiento al Reglamento Interior de Funciones y el retiro parcial de la
atención médica.
De manera paralela se ocupó militarmente otra
fábrica textil, "La Propiedad" donde los soldados descubrieron la
existencia de otro comité de fábrica de la CSUM. Así se procedió a repetir lo
dispuesto en San Bruno: despidos, detenciones e imposiciones empresariales en
las relaciones de trabajo.
Un asesinato cerró esta epopeya trágica vivida por
los obreros revolucionarios de Jalapa. Resulta que el asalto a San Bruno,
coincidió con la aparición de Germán Rodríguez, quien hubiera sido uno de los
dirigentes del Sindicato Revolucionario de San Bruno, y que acababa de regresar
de las Islas Marías, a donde había sido deportado. Al día siguiente de su
arribo a Jalapa fue llamado a comparecer ante Roberto Célis en las oficinas de
la Guarnición Militar. Ahí se le invitó a colaborar con la CROM para terminar
de disolver lo que quedaba del Sindicato Revolucionario. Germán se negó a
hacerlo. Como represalia a esta actitud digna que asesinado a mansalva en una
calle de la ciudad.
Un obrero textil de San Bruno relató de la
siguiente manera el artero crimen:
"La noche que mataron a Germán, pasando yo por
"El meridiano", vi a dos polizontes en ese lugar. Yendo camino a
Jalapa un poco después encontré un compañero y este me dijo que en la vla se
encontraban unos diez agentes, como esperando a alguien. En ese momento sonó un
tiro en "El meridiano", y otro compañero que llegaba me dijo que iban
agentes rumbo a las veredas de San Bruno. Sonaron dos tiros más y poco después
otro.
"Al día siguiente levantaron el cuerpo de
Germán en el callejón que está entre "El Meridiano" y la vía y que
conduce a una de las veredas de San Bruno. Alguien había visto a Germán pasar
corriendo por el callejón, con el sombrero en la mano, después de que sonó el
primer tiro. Se deduce que al pasar por "El Meridiano" le hicieron un
disparo, sin herirlo, y el corrió con la esperanza de alcanzar la vereda y
escapar. Pero como también había agentes en la vereda, le salieron al encuentro
y lo mataron.
"El cuerpo presentaba tres balazos, uno en la
pierna derecha, otro en la espalda, que le entró por el lado derecho y le salió
junto al corazón, con la trayectoria de abajo hacia arriba, por lo que
suponemos que le pegaron cuando iba cayendo debido al balazo en la pierna, y el
último en la sien derecha, que deben habérselo pegado ya en el suelo".
Con este asesinato se cierran los acontecimientos
sangrientos que dieron fin a la lucha de un sindicato rojo. Capítulo que sin
lugar a dudas debe ocupar un sitio de importancia dentro de la Historia general
del movimiento obrero en México.
Por último reproduciremos el texto de un documento
que enviara el Comité de Trabajadores Desocupados de la Fábrica Textil de San
Bruno, al entonces gobernador del Estado de Veracruz; Vázquez Vela, fechado el
5 de diciembre de 1932.
"Estamos enviando a usted un pliego de
demandas que fue acordado por asamblea celebrada por el grupo de trabajadores
que fueron desocupados de la Fábrica Textil de San Bruno, con la intervención de
las fuerzas militares, policía, y con la ayuda de los líderes de la CROM y del
PNR. Hacemos saber a usted que estamos dispuestos a continuar una firme lucha
hasta lograr la consecución de nuestras demandas.
"Reinstalación de los 107 obreros separados de
la fábrica..."
APÉNDICE
El
siguiente es el texto de un corrido que escribiera un obrero de San Bruno, en
donde relata uno de los primeros asaltos a la Fábrica Textil:
CORRIDO
DEL ASALTO A LA FABRICA DE SAN BRUNO
Obreros y
campesinos -de la CSUM y del Partido,
-ya vienen los amarillos -que nunca nos han podido.
-el gobernador Tejeda -y los líderes cromianos -con
gendarmería y guerrillas -nos querían atar las manos.
-El gobernador Tejeda, -con fecha 13 de junio, -de
acuerdo con los cromianos -giro un oficio a San Bruno.
-Tejeda en aquel oficio -al Sindicato decía: -O admiten
los expulsados -o verán la fuerza mía -Los obreros de San
Bruno -valientes le contestaron: -Estamos listos a todo
-por la unión del Sindicato. -Los armados agraristas,
-por sus jefes engañados, -penetraban en San Bruno -A
pelear con sus hermanos. -De la" Rosa Luxemburgo" -las
valientes compañeras -dijeron: Si aquí hay matanza,
-seremos de las primeras -Acordaron resguardar -de la
fábrica la entrada, -y a las fuerzas asesinas -impedir que
dispararan. -Kelly y Pimber dirigían -a las dos fuerzas
armadas -de guerrillas y gendarmes, -que juntas
amenazaban. -Cuando vieron que a la fuerza -nada
podían conseguir, -vieron que matar es fácil -pero no es
igual morir y los pobres amarillos, -que la traían bien
segura, avanzaron... para atrás, -en manifestación...
muda! .y todos los gobiernistas, -dizque
"revolucionarios", -al saber lo de San Bruno -furiosos
nos inculparon. -Para ellos toda la lucha -deberá de
consistir -en ser cómplices del rico -y de los pobres vivir.
-Más los rojos no se dejan -de imbéciles engañar,
-y aunque la lucha sea dura -el poder les quitarán!
-El peligro no ha cesado como todos lo sabrán; -más los
rojos de San Bruno -su línea defenderán!
-ya vienen los amarillos -que nunca nos han podido.
-el gobernador Tejeda -y los líderes cromianos -con
gendarmería y guerrillas -nos querían atar las manos.
-El gobernador Tejeda, -con fecha 13 de junio, -de
acuerdo con los cromianos -giro un oficio a San Bruno.
-Tejeda en aquel oficio -al Sindicato decía: -O admiten
los expulsados -o verán la fuerza mía -Los obreros de San
Bruno -valientes le contestaron: -Estamos listos a todo
-por la unión del Sindicato. -Los armados agraristas,
-por sus jefes engañados, -penetraban en San Bruno -A
pelear con sus hermanos. -De la" Rosa Luxemburgo" -las
valientes compañeras -dijeron: Si aquí hay matanza,
-seremos de las primeras -Acordaron resguardar -de la
fábrica la entrada, -y a las fuerzas asesinas -impedir que
dispararan. -Kelly y Pimber dirigían -a las dos fuerzas
armadas -de guerrillas y gendarmes, -que juntas
amenazaban. -Cuando vieron que a la fuerza -nada
podían conseguir, -vieron que matar es fácil -pero no es
igual morir y los pobres amarillos, -que la traían bien
segura, avanzaron... para atrás, -en manifestación...
muda! .y todos los gobiernistas, -dizque
"revolucionarios", -al saber lo de San Bruno -furiosos
nos inculparon. -Para ellos toda la lucha -deberá de
consistir -en ser cómplices del rico -y de los pobres vivir.
-Más los rojos no se dejan -de imbéciles engañar,
-y aunque la lucha sea dura -el poder les quitarán!
-El peligro no ha cesado como todos lo sabrán; -más los
rojos de San Bruno -su línea defenderán!
Folletos
publicados:
1. Muero
Como Viví ¿Cómo decirles Adiós? Seis Cartas de Vanzetti.
2. Historia del Primero de Mayo.
3. Carlos Marx. 1883-1983.
4. Alberto Pulido A. Bertolt Brecht : Intelectual Comprometido.
5. Agresiones Armadas Yanquis Contra México.
6. Luis González Obregón. Las Calles de México.
7. Alberto Pulido A. El Asalto a San Bruno.
2. Historia del Primero de Mayo.
3. Carlos Marx. 1883-1983.
4. Alberto Pulido A. Bertolt Brecht : Intelectual Comprometido.
5. Agresiones Armadas Yanquis Contra México.
6. Luis González Obregón. Las Calles de México.
7. Alberto Pulido A. El Asalto a San Bruno.
Artículo original : http://www.stunam.org.mx/8prensa/cuadernillos/cuaderno7.htm
SIN DUDA ALGUNA , ES UNA MUY BUENA INFORMACION YA QUE A VECES NO TENEMOS EL TIEMPO DE AGARRAR UN LIBRO Y CONOCER HISTORIAS COMO ESTAS , POR LO MENOS POR ESTE MEDIO VAMOS A CONOCER LA HISTORIA DEL BARRIO DE SAN BRUNO.
ResponderEliminarMUCHAS FELICIDADES MTRO IGNACIO LARA POR HACER ESTA PAG. MUY BUENA SALUDOSS.
Gracias.
EliminarSaludos y
ResponderEliminarFelicitaciones.
Estimado Amigo.
Los buenos amigos del Barrio nunca se olvidan, me da mucho gusto saludarte. ¡Un abrazo! Saludame al buen Martín Corona...
EliminarExcelente reseña histórica.
ResponderEliminarGracias por compartirla y felicidades al varios de San Bruno.
Muchas gracias por esta página. Realmente es un tesoro. En ningún libro o revista, he encontrado tanta y tan completa información del barrio de San Bruno. Los niños que viven aquí deben conocer su historia. Siempre leí que los mártires del 28 de agosto habían sido asesinados por un robo. Debería escribir un libro relatando los hechos, no solo del crimen, sino dando todo el contexto histórico que es tan importante. Hay que conocer nuestra historia que ha sido silenciada por tantos años.
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