El barrio de San Bruno en Xalapa, es una publicación que pongo a su disposición a partir del mes de Septiembre del 2012, con la intención de dar a conocer la riqueza social, cultural e histórica que el barrio de San Bruno brinda no sólo a la Ciudad de Xalapa, sino a todo el estado de Veracruz..
Mención aparte merece la extinta Fábrica de San Bruno, donde se dieron toda una serie de hechos sociales, en los que hoy por hoy constituyen nuestro máximo legado histórico que dieron nuestros obreros textiles; por pocos conocida y ocultada por los intereses trastocados.

sábado, 3 de mayo de 2025

Crisóforo Cortés: un obrero con conciencia en la Xalapa de los albores del siglo XX.

Crisóforo Cortés: un obrero con conciencia en la Xalapa de los albores del siglo XX.

Ignacio Lara Hernández.

En la Xalapa de principios del siglo XX —una ciudad en transformación marcada por el auge de la industria, el despertar de las luchas obreras y la presencia activa de migrantes y pensadores— el nombre de Crisóforo Cortés Martínez destaca como el de un trabajador comprometido con su tiempo. Primero como simple obrero y después como líder de la fábrica textil de San Bruno, su figura representa a esa clase trabajadora que, además del esfuerzo cotidiano, cultivó ideas, se organizó y participó en espacios que aspiraban a la justicia y al progreso social.

Sr. Crisóforo Cortés Martínez.

En el año 1926, Crisóforo aparece registrado como Aprendiz en el cuadro logial de la Respetable Logia Alborada No. 2, una logia masónica integrada por hombres de distintas ocupaciones, entre ellos obreros, comerciantes y profesionistas. La masonería en Xalapa tuvo una importante función educativa y cívica, promoviendo la formación integral del individuo, la fraternidad y el pensamiento libre. Allí compartió espacio con Severino Cortizo, español avecindado en Xalapa, quien figura en ese mismo cuadro como Compañero, y con el profesor Juan Zilli Bernardi, con grado de Maestro.


Cuadro de la Respetable Logia Alborada No. 2

Severino Cortizo, oriundo de Pontevedra, España, había llegado a Xalapa años antes. En 1916, participó como jugador de la Oncena Numancia, equipo conformado por miembros de la colonia española. Ese mismo año, la Oncena Numancia se enfrentó en un partido memorable con la Oncena San Bruno, integrada también en su mayoría por jóvenes españoles, trabajadores de la fábrica textil. No sabemos si hubo otros encuentros entre estos equipos, pero ese partido de 1916 permanece como un registro valioso del surgimiento del futbol y del sentido de comunidad entre los habitantes de Xalapa.

Cortizo también estuvo vinculado a la industria textil, pero en la fábrica Lucas Martín (rebautizada como La Criolla). Su participación como arrendatario, junto con Doroteo Pérez Salmones, habla de su carácter emprendedor, pero también de su vínculo constante con los procesos laborales y sociales de su entorno.

Volviendo a Crisóforo Cortés, su ingreso a la masonería y su trayectoria como trabajador textil reflejan un perfil poco común: el del obrero que no solo trabaja, sino que piensa, se educa y se organiza. Su pertenencia a la Logia Alborada No. 2 en 1926 lo inscribe en una generación de trabajadores que, tras los conflictos laborales de la década de 1920, buscaban caminos de emancipación cultural e ideológica.

A partir de la década de 1940, y una vez terminado el periodo comunista del sindicato, Crisóforo Cortés se consolidó como líder indiscutible en San Bruno, un cargo que asumió con dedicación y en el que continuó promoviendo los derechos y la organización de los trabajadores textiles en la región. Su figura fue clave en la construcción de una conciencia colectiva entre los obreros, impulsando la justicia social y mejores condiciones laborales para sus compañeros.

El hecho de que un obrero como Crisóforo Cortés se haya enrolado en la masonería y compartido espacios con personajes como Juan Zilli Bernardi —reconocido intelectual, profesor y miembro de la élite cultural de Xalapa— nos habla de un momento particular en la historia social de México en el que ciertos sectores obreros comenzaron a romper las barreras tradicionales del clasismo y del acceso al conocimiento.

Crisóforo no fue un obrero cualquiera: fue parte de esa minoría lúcida y autodidacta que, a través del trabajo, el esfuerzo personal y la inquietud por la educación, buscó elevarse y transformar su entorno. Su ingreso a la Logia Alborada No. 2 demuestra no solo su capacidad intelectual, sino también la permeabilidad ideológica que ciertas organizaciones como la masonería ofrecían a quienes, independientemente de su origen social, mostraban compromiso con los ideales de libertad, igualdad y fraternidad.

En una ciudad como Xalapa, donde coexistían el pensamiento liberal, los movimientos obreros y las instituciones académicas, casos como el de Crisóforo revelan un cruce interesante entre el mundo popular y el mundo ilustrado. Es posible que su participación en la logia no solo le haya permitido acceder a redes de pensamiento progresista, sino también ganar legitimidad como líder obrero con visión cívica y educativa, un perfil muy distinto al del agitador circunstancial.

En ese sentido, tratar con "señorones" como Zilli, Severino Cortizo y otros no fue un privilegio casual, sino una conquista personal e ideológica. Crisóforo representa al obrero que se levanta no solo en términos laborales, sino también en el plano simbólico: el que exige su lugar en los espacios donde se discute y se define el rumbo de la sociedad.

Procesión fúnebre del Sr. Crisóforo Cortés.

Crisóforo Cortés murió el 7 de enero de 1951 en la zona de Orizaba, dejando un legado que perduró más allá de su vida. Hoy, al recuperar la historia del Barrio de San Bruno y su gente, vale la pena destacar a Crisóforo Cortés como parte de esa memoria obrera activa y silenciosa. No figura entre los caídos del 28 de agosto de 1924 (aunque fue sepultado junto a ellos), pero su nombre nos recuerda que también hubo quienes, desde la discreción y la formación intelectual, aportaron a los ideales que guiaron la lucha de los Mártires de San Bruno.

Crisóforo Cortés fue más que un obrero: fue un hombre con conciencia.


FRATERNIDAD. Boletín Masónico de la Respetable Logia Simbólica Fraternidad No 11. del Gran Oriente de Jalapa, Veracruz; dependiente de la la Gran Lógica Unida Mexicana. Año 1926.

Mi agradecimiento al C. Pablo Lezama Aldana, Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia Unida Mexicana de Libres y Aceptados Masones del Gran Oriente de Veracruz, por facilitarme el boletín del Archivo Histórico de la Logia Fraternidad No 11. 

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