El barrio de San Bruno en Xalapa, es una publicación que pongo a su disposición a partir del mes de Septiembre del 2012, con la intención de dar a conocer la riqueza social, cultural e histórica que el barrio de San Bruno brinda no sólo a la Ciudad de Xalapa, sino a todo el estado de Veracruz..
Mención aparte merece la extinta Fábrica de San Bruno, donde se dieron toda una serie de hechos sociales, en los que hoy por hoy constituyen nuestro máximo legado histórico que dieron nuestros obreros textiles; por pocos conocida y ocultada por los intereses trastocados.

martes, 4 de febrero de 2014

¿ Es usted Juglar ?

Víctor Rodríguez

He seguido con especial simpatía y hasta con cierta condescendencia su paginita en la internet de El Barrio de San Bruno en Xalapa. Digo con simpatía porque se merece usted el reconocimiento amplio de sus lectores, seguidores, escribanos u como se llamen, por el esfuerzo desinteresado en plasmar rozando la eternidad, la historia de lo que usted debe considerar como un pedacito de gloria (su barrio), el Barrio de San Bruno porque supongo que es su barrio, si no por qué tanta dedicación.

En esa tesitura, le ruego me considere dentro de la legión de seguidores, porque más de 30 mil visitas no cualquiera las consigue, si no fuera importante.

Condescendencia, bueno tal vez el término le parezca peyorativo, o el clásico “yo no merezco esto”, pero no. ¿Para cuántos habitantes le gusta el barrio? Y en correspondencia ¿Cuántos aportan? De estos separe usted a los autodidactas del corazón, pues pareciera que el cariño transformado en vehemencia también se lo llevó el pasado.

He visto un trasfondo de lucha en sus exposiciones… pero empujando no encabezando. Es decir, “Hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre” Yo p/q.

Craso ejemplo es la pérdida de la lucha por el edificio sindical, hecho del cual se pueden desprender tantas lecturas, que preferiría yo que las expusieran quienes fueron obreros de la fábrica, activos y jubilados, sus beneficiarios cercanos, incluyendo a quienes fueron dejados de lado y los motivos por los cuales con una patada los desposeyeron (claro si hubiesen tenido posesión de algo)

Yo no soy comunista, aclaro. Pero no por eso pierdo de vista el sentido social, tal vez no llegue yo a mecenas, pero sí entiendo que un barniz social le hace falta a cualquier proyecto ¿Alguna vez le han preguntado por algún familiar, conocido, o le han hecho observaciones para corregir? Y si es así ¿Alguna vez se ha ocupado por estos menesteres?

Tarea de titanes, lo entiendo perfectamente y la verdad –muy a pesar de estas observaciones- no tendría usted ninguna culpa si soslayara esta situación, incluso de mi parte en una forma muy sentida se lo aplaudiría.

Amor, cariño, sentimiento, sentir en las entrañas la querencia del terruño. Aquí me acordé del tal Elizalde en su legado a sus enemigos y al Quijote, ojala y no desista de su emotiva crónica y en su estéril tarea de motivar a sus vecinos ¡Qué bárbaros deveras!

Ahora bien y ya como corolario, quedó como duda parafraseando al célebre Manifiesto del Partido Comunista, “un fantasma recorre al barrio, el de la generación del olvido” Por eso mi aserto de paginita; usted es un Guliver, hagamos votos porque crezca este empeño.

Aunque no ando esos caminos diría Juan Diego, creo que por mi constancia en su lectura, me he ganado el derecho de que se publique este libelo en el muro, frente, portal u como se llame este invento del hombre blanco.

Su seguidor.
Víctor Rodríguez.
Febrero 4 de 2014.

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